viernes, enero 17, 2014

Abstracción y desarrollo de la inteligencia


La abstracción, más que flashback, constante antropológica.
El tránsito de la abstracción hacia el desarrollo de las categorías lógicas en el proceso del conocimiento es un aspecto de mucha importancia, en términos de la actividad cognitiva que se cumple relacionada con el aprendizaje y el desarrollo intelectual, así como también en los acercamientos para el estudio y evaluación de las cualidades neurológicas y las potencialidades psicológicas que rayan con la inteligencia. Para ello, importan, por supuesto, el reconocimiento de la condición neurológica, la precisión de la facultad cognitiva y conceptual, la determinación del estado mental y la praxis lógico-abstractiva.

La abstracción constituye un recurso mediante el cual la mente desarrolla, intuito personae, habilidades para la configuración conceptual, la ideación y la determinación de constructos intelectuales, producto de variadas circunstancias: una, como derivaciones de la observación, cuando se requiere, por ejemplo, precisar intelectualmente algún aspecto en particular, o la totalidad del evento observado. Otra, proveniente de un acercamiento racional que expresa en grado de concreción, también intelectual, una configuración con visos teóricos, por lo regular con propósitos analíticos, descriptivos y explicativos.
Es la abstracción una cualidad que define la captación intelectual y la producción racional intelectiva. Además, la abstracción expresa en su forma más desarrollada -como constructo- su propósito de precisar como producción intelectual la actividad que se desarrolla cognitivamente. Con una distinción: tanto la captación como sus efectos y productos remiten a un algo, y ese algo es el ser. Este, dice Rafael Tomás Caldera, en La primera captación intelectual, “es lo primero que capta el entendimiento: primo in intellectu cadit ens. El ser sería por tanto el comienzo del pensar y, correlativamente, el pensar estaría esencialmente referido al ser” (1988:14), pues todo pensar ocurre en cuanto a algo.
En este propósito abstractivo de determinación del pensar, las categorías lógicas vienen a ser aspectos de orden conceptual que en el contexto de la racionalidad precisan lo que se piensa, cree y afirma. Constituyen recursos intelectuales de gran ayuda en el proceso de intelección, así como también en el de precisión abstractiva, pues proveen elementos necesarios de carácter ontológico, requeridos en grado comprensivo, como condición necesaria para la determinación argumentativa del ser que capta, y del ser captado. Esas categorías, de impronta analítica aristotélica, permiten precisar con respecto a algo, cualquier cosa –en condición de ser-, y en su juego argumental configurar el discurso formal, la literalidad de los argumentos y las conformaciones teoréticas correspondientes.  En el decir de Aristóteles, “Toda entidad parece significar un esto” (39), y para la precisión de ese algo conviene, entonces, argüir con respecto a los aspectos que lo determinan: el qué (del esto), el acerca de, el cuál, además del por qué, el para qué, el cuándo, el dónde, el cómo, el cuánto...


Rasgos de la abstracción

La condición antrópica (Agazzi, 2000) favorece la abstracción, pues el aparato psíquico y la estructura neurológica avalan tal desarrollo. Sin embargo, es insuficiente una postura naturalista que reconozca la existencia de la abstracción como extensión de naturalidad, y no se haga mayor cosa para su potenciación y desarrollo. No. La naturalidad no es suficiente. Es importante, en aras de estimular su potencialidad y afinar más su desarrollo, realizar variadas actividades de cuido y atención. Los procesos cognitivos derivados de la actividad de abstracción son muy diferentes a aquellos que proceden de una condición natural de orden ontogenético y epigenético, que si bien son importantes, vistos desde la abstracción como proceso, requerimiento y desarrollo, son insuficientes para la tarea de potenciar necesariamente tanto la abstracción como su principal consecuencia: el desarrollo de la inteligencia.
Mención especial habría que hacer de la condición natural poiética, expuesta por Platón en variados pasajes de El banquete (1969: 562), mediante la cual se accede al nivel intelectual, abstractivo y contemplativo, gracias a la virtuosidad y al amor al conocimiento.
¿Cómo atender, entonces, algo tan distintivo de la naturaleza intelectual humana, y a su vez complejo? ¿Cómo atender abstractivamente una condición también abstractiva que requiere, en este caso, para su potenciación, recursos distintos a los de orden conductual, físico, mecánico y neurológico? Pues, claro está, la atención de la capacidad lógico-abstractiva se da a través de actividades de la misma naturaleza, que por ser de orden intelectual requiere también efectos intelectuales, previa determinación –si el caso lo amerita-, de la facultad neurológica a través de pruebas formales que constatan esta condición y permiten instituir protocolos de seguimiento y potenciación, con o sin intervención clínica (Llinás, Rodolfo; Churchland, Patricia. 2006). 
Entre variados aspectos llamados a potenciar la condición abstractiva, se pueden considerar: (sigue en el libro).


El documento in extenso corresponde al libro Abstracción y desarrollo de la inteligencia. Los interesados, pueden adquirirlo en Librería Amazon: http://www.amazon.com/Abstracción-desarrollo-inteligencia-Spanish-Edition-ebook/dp/B00HW48R9S/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1389899729&sr=8-1&keywords=abstracción+y+desarrollo+de+la+inteligencia. Las ediciones físicas circularán en Venezuela y Colombia a partir de mayo de 2014.

Nota: El desarrollo general del tema está contenido en el libro Abstracción y desarrollo de la inteligencia, ubicado en la Librería Amazon (ver link). La actividad intelectual, la producción científica y las acciones relacionadas con oficios y profesiones están conectados directamente con la capacidad abstractiva. Esta advertencia introduce al lector a las reflexiones derivadas de la actividad científica que reconocen que inteligencia y abstracción se deben mutuamente, así como también, creatividad, practicidad, resolución de problemas, arte, estudio, producción... De la abstracción, de su potenciación, desarrollo y atención dependen en buen medida tanto propósitos académicos, como científicos y prácticos. Este libro está recomendado para toda persona que le interese la abstracción y la inteligencia y esté buscando maneras de propiciar saltos significativos en los procesos de aprehensión, comprensión y desarrollo cognitivo, así como conceptual, lógico e intelectivo. Todo, en aras de ser más inteligentes.

Próximamente en físico en Colombia y Venezuela: Ventas@edicionesquiron.com

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